miércoles, 24 de agosto de 2011

Más que kilómetros


La lista una vez interminable de razones para estar contigo se extinguen poco a poco.
Un amor conectado a miles de kilómetros, en el que ahora sólo queda una voz.

Ya no son aquellos quince centímetros difusos, ni siquiera se convirtieron en los miles de  kilómetros que desde un principio existieron. Estamos aún más lejos, atrás de dos mundos tan diferentes, de barreras tan difíciles de vencer; porque así eres, un gran ángel fuera de mi alcance y no por no poder vencer los vientos y mareas para llegar a ti, sino porque los pasos a tu corazón se han desvanecido; lo cerraste hace mucho y nada ni nadie, ni siquiera yo, es suficiente para hacer un resquicio por donde entrar.

Te amé como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma. Te amo el doble sólo para compensar un amor perdido, el tuyo; porque se esfumó tan pronto que ni siquiera pude sostenerme a él. Porque antes sabía que podía estar perdido pero allí donde estuviese voltearía y te vería, y aunque ahora sigo buscándote, sólo encuentro susurros de lo que fuimos. Dos amantes prohibidos en las sombras, esperando salir al mundo inexplorado.

Yo me pierdo cada vez más con la esperanza de encontrarte otra vez. Tú te alejas con la esperanza de olvidarme.

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