domingo, 16 de enero de 2011

Lágrima Única

Tiempo atrás descubrí que nunca habría nadie que mereciera las lágrimas de otra persona. ¿Para qué?

La vida no te pide que llores, lo pide el cuerpo. Y la gran mayoría de las veces no es por ti, entonces, ¿por qué?

Me siento a pensarlo, tan profundamente que pierdo el sentido del tiempo y del espacio. Me encuentro en un mundo extraño, perdido entre millones de pensamientos y angustias, pero busco la respuesta, ahí la encontraré.

Enterrado en mi propio ser no sé lo que hago, me parece muy inútil la vida que se puede tener en aquel mundo al que algunos llaman Tierra. Yo estoy cómodo en esta dimensión, y aquello que dejé en ese lugar, ya no soy yo. Yo estoy perdido, atrás de un muro de hielo.

Choca contra mi pecho algo nuevo, nunca me había topado con eso. Un sentimiento de anhelo muy grande. Algo que siempre ha estado ahí y no se puede explicar.

Leves recuerdos regresan, estaba sentado pensando sobre algo; no lo entiendo, pero me dejé llevar. Creo... creo que había algo que me encerraba, una envoltura de carne y hueso. Es tiempo de regresar a mi vida, era todo lo que tenía.

Me encuentro con alguien con sentimientos que yo ya no recordaba, sentimientos opacados por por estúpidas ideas que nunca han sido reales. Yo mismo siento algo, creo saber su nombre pero no puedo mencionarlo.

Pronto veo los errores cometidos en mi ausencia, el sentimiento se rompe, poco a poco, minuto a minuto.

Y... una lágrima corre por mis mejillas, una solitaria lágrima merecida.
Por la persona que amo.