domingo, 5 de septiembre de 2010

La niña del moño rojo.

Una niña feliz vagaba por la calle
y tenía en la frente un moño rojo,
lo había tenido desde hace mucho
hasta que le dijeron que podía ir a pasear.

Ve con cuidado, le advirtieron
algunos quizás te lo quieran quitar,
pero guárdalo pues es un regalo
y una vez que se pierde jamás volverá.

Volvió luego con los ojos tristes
unos niños la habían hecho llorar,
se burlaron del brillante moño
y le dijeron que no podía jugar.

Intentó quitarlo de su cabeza
pero el nudo no podía desatar,
lo había tenido toda su vida
pero ahora ni lo quería mirar.

De repente experimentó algo
un fuerte dolor en su corazón,
y a medida que eso la embargaba
el odio reemplazaba al amor.

Salió furiosa a pedirle a cualquiera
que de aquella carga le deshiciera,
pero al fijarse en su cabeza
del moño no había rastro siquiera.

La niña había perdido su moño
ahora era libre de ir a jugar,
había perdido su inocencia
y ya nunca la podrá recuperar.