martes, 8 de junio de 2010

Verdades que matan

Cómo recuerdo esos días en los que no dejaba de pensar en ti. Días en los que deseabas que alguien muriera por ti, que perdiera el aliento cada vez que te viera, que se preocupara por ti.

Y lo tenías enfrente!!! cada día estaba ahí para ti, daba cualquier cosa. Cualquiera que lo veía podía leer es su rostro la entrega total, incondicional. Aprendió a manejar sus sentimientos mucho tiempo atrás, y sin embargo, el amor lo venció. Aprendió a vivir con él, aprendió a sobreponer la amistad del amor y el amor de la amistad dependiendo de la situación.

Una y otra vez sufrió heridas inimaginables, pero todo volvía a la normalidad con solo verte, con sólo oler tu perfume que lo hipnotizaba por completo, escuchar tus palabras que hacían que olvidara todo lo demás. Palabras hipócritas, quizá. Quizá no. No soy nadie para decirlo. Pero sí palabras que perdían el sentido a los 5 minutos, dejarían recuerdos en él para toda la vida; pero se perdía el sentido cuando tú las olvidabas con tanta facilidad.

Buscabas por todas partes de donde aferrarte, y siempre encontrabas algo. Muy normal, cualquiera te ofrecería una ayuda al menos momentánea. Tomabas y tomabas caminos que parecían buenos, y terminaban siendo aun peor. Te lastimabas tanto...
y tenías el camino mejor iluminado frente a ti. Te ofrecía su mano antes que cualquier otra, vivía para ti...
...vivía por ti.

Cuántas heridas tuvo que soportar? Realmente no le importaba, se volvió muy duro por fuera y su amor tan grande, que siempre veía lo bueno de ti, le importaba que fueras feliz y por eso se descuidó él mismo.

Un día descubrió la verdad en tus ojos... sólo él sabe lo que vio, pero decidió alejarse.

Está muerto por dentro, pero sigue caminando por el mundo... obligado a contar su historia una y otra vez, hasta que su cuerpo deje de existir, hasta que no haya nada que lo sostenga en este mundo... hasta que por fin pueda descansar tranquilo.

Y aquí me tienen, condenado a contar mi historia frente al espejo, para mirar que sólo soy un espectro de lo que fui algún día. Viendo que le falta algo a mi reflejo, algo que nunca tuve.

Quizá todo fue un sueño, quizá siempre lo supe pero me cerraba a que en verdad sucediera, tal vez...
...mi futuro nunca fue un misterio, no lo era para mí... podía saber todo lo que pasaría; sólo había algo que nunca estaba claro. Tú.

Nunca supe cómo ser perfecto, nunca supe si era suficiente, si era demasiado...
ahora que ya nada importa me atormenta no saberlo, y sigo con la esperanza de que me hagas volver.

Pero has vuelto a elegir, y yo he elegido mi destino. Lo único suficiente para eliminar todo dolor y toda esperanza. Nunca entendiste la verdad, nunca supiste que no podrías lastimarme, que vivía por y para ti, que me alejaría antes de que te sintieras culpable por poder lastimarme. Ahora que muero por y para ti, ahora que mis últimas lágrimas corren por mi rostro, ahora que más pienso en ti...ahora que abandono el mundo, solo tengo unas palabras y una esperanza...
Te amo...
... espero que lo entiendas