domingo, 16 de mayo de 2010

Lágrimas de Sangre II: Carta Suicida

Sobreviví...
... sobrevivimos.
Qué más podría decir de todo esto?
Mi corazón está lleno de cicatrices pero ha dejado de sangrar. Todo gracias a una persona, una sola... la misma que ha llenado mi corazón y lo ha desgarrado muchas veces. Dueña de todos mis sueños, de todos mis pensamientos.

Sin embargo no me siento mejor. Ahora estoy solo, la oscuridad me envuelve y se extiende más allá de donde puedo caminar. No me puedo mover, estoy atrapado.

A lo lejos veo una luz, sé qué es... o mejor dicho quién es. Sé que la necesito para salir de aquí.

Pero no tiene caso, lo he intentado millones de veces. Cada vez que camino y siento que estoy cerca de la luz me resbalo en la oscuridad y regreso al lugar en donde todo empezó o incuso antes que eso, pero no lo sé, con esta oscuridad no puedo calcular nada... estoy completamente ciego para llegar a mi destino, nada me guía y ni siquiera yo me puedo guiar. Sólo sé que mi camino es hacia la luz. Tu luz.

No vale la pena quedarme aquí sin moverme, sé a dónde tengo que ir y sacrificaré cualquier cosa. Porque esa luz es tan blanca, tan bella, tan perfecta. Llenará mi alma y hará que todo esa oscuridad que en el pasado.

Una vez más me levanto, con dolor físico al que no le doy importancia, porque es más el dolor emocional... no poder hacerlo, saber que es algo inalcanzable, quizá la luz esté ahí sólo para que vea que no todo es negro ... que verla por unos momentos y acercarme a ella me hace ese momento perfecto; pero sin embargo quizá no quiera acercarse, por eso nunca he llegado a ella.

Pero nunca me rendiré, no mientras esa luz siga viva.

Camino hacia ti, cada vez estoy más cerca. Mi corazón se acelera como nunca; nunca había estado TAN cerca, incluso puedo entrecerrar mis ojos y alcanzo a distinguir que hay algo más allá de la luz, empiezo a ver claramente quién la emite y no sólo imaginar que eras tú.

Ahora veo tu cara y... y...
... triste? No pensaba verte así. Lo he decidido, tengo que correr hacia ti.
Y vuelvo a caer. Me resbalo en donde no hay nada, está vacío... me vuelvo a perder.

Me detengo bruscamente, con un fuerte dolor en el pecho y en la cabeza... y todo empieza a brillar. Todo es tan bello, al fin todo tiene colores. Habré muerto? No lo sé, pero ha regresado la esperanza, por fin puedo ver a donde me dirijo. El día es tan hermoso, ni siquiera puedo describir lo que veo... pero no puedo quitar la vista de ese hermoso arcoiris, sus colores eran perfectos; y de pronto lo supe, o lo recordé más bien, sabía quién estaría al otro lado...lo había soñado pero ahora que veía un arcoiris perfecto sólo podrías estar tú del otro lado, serías la única digna de estar ahí.

De nuevo emprendo mi camino...y te veo...estás ahí ♥ tan bella como te recordaba. Corro más deprisa para llegar contigo. Esta vez lo lograré, sé como hacerlo. No falta mucho.

Y estoy ahí, frente a frente contigo... y es la primera vez que te tengo tan cerca que no sé cómo reaccionar. Te abrazo muy fuerte, es la única forma de entregarte todo, de decirte lo que siento por ti y que sepas que soy todo tuyo. Mi alma se llena de vida, por fin estoy completo y nada de lo que pase podría afectarme... mi vida ha llegado a la felicidad extrema, perfección completa y de ahí no bajará... cuando te vayas me iré contigo, pero ese momento quedará grabado en la mente de todos, notarán lo lindo que es, nadie podrá olvidarnos. Sólo se me ocurre hacer algo... hacerte feliz, por siempre. Lo serás.

Despierto con una felicidad que nunca nadie había visto, me estiro sin abrir los ojos y noto un fuerte dolor en la cabeza. Un golpe quizá, no lo recuerdo. Abro los ojos lentamente, no logro ver nada... después de tanta oscuridad mis ojos no se acostumbras a tanta luz, pero, pero... no hay luz. No otra vez!!!!!
La caída debió dejarme inconsciente, nunca había estado tan cerca, por eso la caída fue tan fuerte.

Y volteo a todas partes buscando de nuevo mi última esperanza. Tu luz. Alcanzo a ver un punto a lo lejos, pero no es tan brillante como antes. Qué tendrás? Nunca te había notado así. Sin pensarlo me acerco de nuevo a ti. Sé lo que tengo que hacer, darlo todo por ti sin importar lo que me pase. Ayudarte a recuperar tu luz.

Me acerco y veo que sigues igual de bella, pero en el fondo dejaste de irradiar tanta luz como solías hacerlo. Definitivamente tienes algo.

Ya estoy más cerca, pero sé que si sigo caminando caeré de nuevo... no puedo pasar hasta que tú decidas acercarte. Si sigo avanzando terminaré muerto.

Aquí es donde me pregunto qué es lo que en verdad debo hacer. No tengo muchas opciones, y la mayoría me mataría. Sería un suicidio elegirla. Suicidio material... extinguirme por completo, es fácil de hacer, sé cómo hacerlo... sólo seguir como he estado haciéndolo; terminaría matándome si no cambia nada. Suicidio emocional... lo peor que me podría pasar, abandonar todo, quedar vacío...andar por la vida sin sentido pero quizá te ayudaría a recuperar tu luz más que cualquier otra. Lo haría por ti. No hacer nada... la cosa más cobarde que podría hacer, no me puedo quedar quierto, tengo que elegir.

Un suicidio en todos los sentidos, incluso una de mis decisiones tiene que morir por haber elegido a la otra. No sé que hacer, me siento inútil.

Desesperación, ruina...muerte
Luz, amor ... felicidad.

Quizá sólo sea cuestión de abrir los ojos y querer cambiar las cosas. Quizá la respuesta a todo esté frente a nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario